28 de marzo de 2014

¡Nos mudamos a la nueva página de Iván Malagón*Clinic!

Hoy me siento inmensamente feliz de presentaros el proyecto en el que he estado trabajando en los últimos años y que, por fin, después de un año de duro trabajo se ha hecho realidad. El lunes, 31 de marzo, abre sus puertas Iván Malagón*Clinic que ya nace siendo todo un referente en el tratamiento integral de la salud y la estética oral y facial. Me he embarcado en este proyecto de la mano de un equipo de profesionales magníficos con los que os vamos a ofrecer un servicio de primer nivel contando con una tecnología de vanguardia.



Entre las novedades de Iván Malagón*Clinic os ofrecemos, además del servicio líder en Ortodoncia y Estética Dental que ya conocéis:
Y un nuevo concepto en la Odontología: la Odontología sin dolor, gracias a la tecnología láser y la sedación consciente, la opción más cómoda para el paciente exigente.

Múdate con nosotros al Blog de Iván Malagón*Clinic.

Os espero, como siempre, con los brazos abiertos ¡¡¡y la mejor de las sonrisas!!!
Iván Malagón*Clinic
C/ Ortega y Gasset, 23
Galería Comercial de Lista - Local 4
28006 Madrid
Teléfono: 91 781 00 81

6 de marzo de 2014

La mujer y la salud de sus encías


Las encías son probablemente la parte de la cavidad oral más sensible para la salud bucodental de las mujeres. ¿Sabes por qué? A lo largo de la vida,  la mujer sufre continuos cambios en sus niveles hormonales, al entrar en sus distintas etapas de la vida: la pubertad, la menstruación, el embarazo y la menopausia. Estos cambios afectan al modo en que las encías reaccionan ante la placa dental, haciéndolas más sensibles y por tanto más susceptible de dar lugar a la enfermedad de las encías: gingivitis y periodontitis. Por eso es fundamental que en estos momentos la mujer sea  especialmente rigurosa con sus revisiones y las rutinas de cepillado y de uso de la seda dental. 

Pubertad
En esta etapa, se presenta la “gingivitis puberal”, cuya causa está en el aumento de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona), cuya acción sobre la circulación sanguínea en las encías produce una respuesta inflamatoria exagerada a la acción de las bacterias. Es importante extremar la higiene en esta etapa para evitar la proliferación de bacterias en la boca.

Menstruación
En algunas mujeres, el síndrome premenstrual lleva asociado un sangrado e inflamación de las encías, que toman un tono rojo brillante. Esta variante de gingivitis que podríamos llamar menstrual, desaparece justo cuando empieza la menstruación.

Aticonceptivos orales

Las hormonas sintéticas que componen los anticonceptivos orales se asocian a una inflamación de las encías similar a la gingivitis gestacional. Si persiste en el tiempo puede causar daños irreversibles en los tejidos que rodean y soportan los dientes, por lo que es fundamental que las mujeres que toman anticonceptivos orales sigan controles rigurosos de sus encías.

Embarazo
De nuevo, los cambios hormonales. Durante el embarazo, los cambios en los niveles de las hormonas producen alteraciones en los vasos sanguíneos de las encías –como en la pubertad-, a las células del periodonto –tejido que rodea y soporta los dientes-, a las bacterias de la placa y al sistema inmune local. Si la mujer, además, tenía ya enfermedad de las encías previa al embarazo, aumenta la posibilidad de parto prematuro (el riesgo se triplica si la mujer presenta periodontitis) y de que el bebé presente bajo peso.
Y, por la relación entre diabetes y periodontitis, es especialmente importante un control riguroso de la enfermedad en el caso de que la mujer presente diabetes gestacional.
Es muy importante un chequeo del estado de la salud oral de la mujer antes de quedarse embarazada y, si no, en el primer trimestre para evitar todos estos efectos.
 
Menopausia
Contrariamente a otras etapas de la vida de la mujer, en la menopausia, los niveles hormonales se reducen provocando alteraciones que pueden tener consecuencias importantes: el descenso de los niveles de estrógenos, reducen su efecto antiinflamatorio sobre la encía; y el de la progesterona lleva a reducir la densidad ósea, abriendo la puerta a la osteoporosis. Además, en esta etapa también se producen cambios en los tejidos de la boca, en la composición de la saliva y en la flora bucal. Es común, que la mujer en esta etapa presente trastornos del periodonto como la gingivitis atrófica (con un aspecto de las encías pálido), la gingivoestomatitis posmenopáusica (con encías secas, brillantes y de sangrado fácil) y malestar bucal, conocido como el síndrome de la boca ardiente.

 

La clave: la higiene y controles periódicos
Por estos continuos cambios, la clave para mantener una adecuada salud de las encías está en una higiene rigurosa y completa de la boca, con el uso regular de la seda dental, cepillado y colutorio, y controles periódicos por parte de nuestro odontólogo de cabecera.

19 de febrero de 2014

Naturalidad versus perfección

En las últimas semanas he estado hablando en diversos foros de distintos aspectos relacionados con la supuesta “sonrisa perfecta”, por eso he decidido tocar hoy este tema en mi blog.

Después de muchos años dedicado a sacar el mejor partido de las sonrisas de mis pacientes, me reafirmo en lo que he mantenido desde el principio: la sonrisa perfecta no existe. Los dientes no son de un blanco nuclear, ni tienen un tamaño “ideal”, ni una alineación “perfecta”. Y nuestra labor –la de los profesionales de la estética dental- no es dotar a nuestros pacientes de una sonrisa perfecta, sino ayudarles a tener una sonrisa:


  • En primer lugar, saludable 
  • En segundo lugar, natural
  • En tercer lugar, armónica con su fisonomía

Y es que una sonrisa, para resultar agradable, tiene que ser, ante todo, saludable. Una sonrisa bonita debe transmitir salud, limpieza, frescura.  Además, debe resultar natural con el marco del que forma parte: si no es natural, “chillará” en el conjunto de las facciones y dejará de resultar agradable y, por lo tanto, bonita. Y finalmente, tiene que resultar armónica con el conjunto de las facciones de las que forma parte.




Por estos tres motivos, uno no puede ir a la consulta del odontólogo con una foto y buscar que su sonrisa sea idéntica a la de la imagen que llevamos. Cada uno tenemos una sonrisa que es la más adecuada para nosotros. Y que deja de ser adecuada para otro.


A continuación os detallo algunos de los puntos que más suelen preocupar a los pacientes:  

El color de los dientes
El color de los dientes viene determinado por la genética y, luego, nuestros hábitos de vida inciden en mayor o menor medida en su coloración –y en la de nuestras encías-: el tabaco, la relajación en las rutinas de higiene, el vino, el café, la alimentación… y poco a poco nuestros dientes van modificando su color. Es precisamente en la variación de color que sufren los dientes por nuestros hábitos de vida en la que podemos intervenir, por un lado modificando esos hábitos para interrumpir la tendencia y, por otro lado, con un tratamiento de blanqueamiento dental profesional que aclarará la tonalidad del los dientes, pero no los teñirá de blanco. 

La ortodoncia invisible con alineadores
Invisalign
constituyen una solución estética
y eficaz para corregir la alineación dental






La alineación
La alineación de los dientes tiene que ser correcta y es como la huella digital: personal e intransferible. Los dientes tienen que estar correctamente alineados para que cada pieza pueda cumplir su función. Y no buscamos otra finalidad.

 


Las carillas Lumineers son una solución biocompatible
para modificar el tamaño del diente


El tamaño de los dientes  
Al igual que en la tonalidad, la genética marca el tamaño de los dientes de cada uno, que es acorde con el tamaño de los maxilares y con el conjunto de las facciones de la cara. Algunas veces, determinadas piezas (especialmente los incisivos y los caninos) pueden tener un tamaño llamativamente mayor que puede afectar a la estética, pero sobre todo a su funcionalidad y a la oclusión. En estos casos, los especialistas trabajamos sobre ellos para darles el tamaño y la forma adecuados para que puedan cumplir con su función y faciliten una correcta oclusión. Otras veces, factores externos (golpes, fracturas, …) pueden haber modificado su forma. Entonces recurrimos a otros tratamientos como las carillas.

El color de las encías
Y volvemos de nuevo a la genética. Cada uno tiene una tonalidad de encías propia, que se modifica con el paso de tiempo y nuestros hábitos de vida. Corrijamos los hábitos de vida –sobre todo el tabaquismo- y ganaremos mucho. Después, tratamientos como el peeling o la ozonoterapia, o ambos, les devolverán su tonalidad sonrosada original, pero no las teñirán de un “sonrosado” que consideramos “ideal”.

Y así sucesivamente… 


Si buscamos que un especialista que diseñe para nosotros una sonrisa como la que hemos visto en una revista a un famoso conseguiremos un resultado estridente. En primer lugar porque la mayoría de esas fotos están retocadas. En segundo lugar, porque esa es “la sonrisa de otro”, no la nuestra, y por lo tanto no resultará armónica, ni natural, ni mucho menos saludable.

4 de febrero de 2014

Ortodoncia de dentición permanente (a partir de 12 años):


Hablábamos en los post anteriores sobre la importancia de iniciar la ortodoncia cuanto antes, entre otras cosas, para simplificar los tratamientos y acortar su duración corrigiendo en su origen algunas costumbres que pueden causar o agravar problemas de malposición. Hoy vamos a hablar de los recursos de la ortodoncia en la dentinción permanente.

 
Entre los 12 y los 15 años ya han debido erupcionar todos los dientes permanentes. A partir de esta edad, ya no podemos actuar sobre los huesos de la cara porque ya no existe crecimiento remanente que podamos estimular para modelar dichos huesos. En esta edad, el ortodoncista se centra en la corrección de los dientes mal posicionados.

Es importante empezar el tratamiento antes de la adolescencia porque, en esa etapa, los chicos toleran peor psicológicamente el tratamiento.






Hay muchos tipos de técnicas de ortodoncia para alinear los dientes, que serán seleccionadas en función del grado de complejidad de cada caso y del presupuesto que tenga el paciente. 


  • Los brackets: Lo tradicional son los conocidos brackets (de metal o del color del diente). Otra opción son los brackets linguales, similares a los tradicionales, pero van pegados por la cara interna del diente.
  • Invisalign Teen: La técnica más avanzada, más cómoda y más estética se llama Invisalign, la ortodoncia invisible para adolescentes (Invisalign Teen), que sustituye a los aparatos tradicionales para conseguir el alineamiento de los dientes sin molestias para el paciente. Una ventaja de estos “alineadores transparentes”  es que tienen adheridos unos pequeños dispositivos que indican al profesional si el paciente está colaborando adecuadamente marcando el número de horas que lleva el aparato al día.
Estos alineadores invisibles funcionan igual que en el caso de los adultos y su principal ventaja frente a los brackets son:
  • No se ven
  • F acilitan la higiene durante el tratamiento
  • En manos expertas, son capaces de conseguir los mismos resultados en menos tiempo.

En los tres casos (ortodoncia temprana, interceptiva y de dentición permanente) son necesarias las visitas regulares al ortodoncista y mantener una escrupulosa higiene dental

Hay enjuagues específicos para tratamientos de ortodoncia que dejan un rastro en aquellas zonas en las que aún hay restos de placa o comida. 

Además, es muy importante ser constante en el uso de los aparatos de mantenimiento o retenedores, en el caso de la ortodoncia de dentición definitiva porque los dientes, igual que el resto de nuestro organismo, sufren cambios a lo largo de la vida y pueden volver a moverse, lo que hará necesario también modificar los retenedores.

22 de enero de 2014

Una reflexión sobre el derecho a la intimidad de los pacientes




Hoy quiero compartir con vosotros un tema que me preocupa desde hace un tiempo y sobre el que algunas veces he reflexionado con otros colegas de profesión, alumnos o incluso con algunos de mis pacientes: el derecho a la intimidad, en general de todos, pero sobre todo de los pacientes.
 
Este es un derecho constitucional reconocido y protegido por las leyes que es especialmente estricto en lo que se refiere a la salud. Reconocidos como “información sensible”, los datos referentes a la salud de las personas gozan de una estricta y severa protección, entre otras, por la Ley Orgánica de Protección de Datos (LOPD) y por el Secreto Profesional de los médicos. Esto es bueno para los pacientes –que saben que todo lo que ocurre dentro de la consulta se queda dentro de la consulta- y para los profesionales, ya que nos permite manejar información que si no estuviera protegida por la confidencialidad probablemente no tendríamos y es determinante poder hacer nuestro trabajo. 

Y se trata, precisamente, de hacer bien el trabajo. Yo siempre he sido especialmente escrupuloso con la confidencialidad de toda la información que se refiere a mis pacientes, de TODOS mis pacientes. Esto hace que muchos de ellos confíen en mí y vengan a mi consulta, independientemente de su condición y su notoriedad pública, pero sobre todo en este último caso. Y es que de vez en cuando aparecen publicados nombres de supuestos personajes que se supone que son o han sido pacientes míos y he de decir que casi en el 100 por cien de los casos no son reales. Otro tanto ocurre con mis colegas, a los que les sucede lo mismo.

Ni los medios, ni otros pacientes pueden ni deben preguntarnos sobre datos de otro paciente, ni siquiera si tal o cual persona es nuestro paciente: el secreto profesional y la LOPD no nos permite dar esa información ni ninguna otra-, si no es con el expreso consentimiento del paciente en cuestión-. Y claro, si el paciente quisiera que se supiera no tendría inconveniente en explicarlo de viva voz.

Seamos todos respetuosos con este derecho y esto nos permitirá seguir haciendo bien nuestro trabajo.

14 de enero de 2014

Ortodoncia, cuanto antes, mejor



Hablábamos en el post anterior de la importancia de empezar el tratamiento de ortodoncia mejor en la infancia para intervenir de una forma más sencilla y prevenir problemas mayores. En este post y en el siguiente os voy a hablar de los tipos de ortodoncia que tenemos para las distintas etapas.


Ortodoncia temprana (de 3 a 6 años)

En esta etapa trabajamos para corregir hábitos de la infancia, como chuparse los dedos; así como mantener el espacio que podría perderse si un diente de leche se cae antes de tiempo. 


Podemos optar entre aparatos miofuncionales y pantallas orales:

  • Aparatos miofuncionales: Se utilizan sobre todo mientras el niño tiene dientes de leche o dentición mixta (dientes de leche y permanentes). Con estos aparatos “pasivos” los ortodoncistas modificamos la dirección de las fuerzas musculares y, en el caso de la pérdida temprana de dientes de leche, mantenemos el espacio que podría perderse para la dentición definitiva y que en el futuro hace necesaria la extracción de piezas. 
  • Pantallas orales: se realizan a medida con materiales termoplásticos y las usamos para corregir la interposición lingual y chuparse el pulgar; reforzar la musculatura de los labios y eliminar las costumbres de morderse los labios o succionarlos

Ortodoncia interceptiva o funcional (de 7 a 11 años)


Esta es la mejor edad para guiar el correcto crecimiento de los maxilares y mejorar el tono de la musculatura de la cara. En esta etapa los ortodoncistas podemos trabajar los maxilares para expandirlos y estimular o frenar su crecimiento, dejando la colocación de los dientes para cuando el niño ya cuenta con todos los dientes definitivos.


Esta edad, además, también es buena para corregir hábitos como la succión del dedo o la interposición lingual, porque el niño ya es más consciente y puede colaborar en su corrección. 


Este tipo de tratamiento es necesario en los tres enemigos de laposición de los dientes que detallábamos en el post anterior: 

  • Chuparse el dedo pulgar 
  • Respirar por la boca 
  • Interposición lingual

Además, también es necesario en los siguientes casos:

  • Problemas al masticar
  • Paladar estrecho
  • Mordida cruzada: desviación de la boca al cerrar
  • Falta de espacio para dientes
  • Exceso de espacio entre los dientes
  • Retraso en la salida de dientes
  • Dientes salidos (“boca de conejo”)
  • Mandíbula prominente (prognatismo)
  • Dientes superiores que cierran detrás de los inferiores
 En el próximo post os hablaré de la Ortodoncia para la dentición permanente.

31 de diciembre de 2013

Tres buenas razones para empezar con ortodoncia en la infancia

Existe la creencia de que hay que esperar a la tener todos los dientes definitivos y a ser “un poquito mayor” para empezar un tratamiento de ortodoncia… Nada más lejos de la realidad. Evidentemente, nunca es tarde y hoy día contamos con opciones de tratamiento efectivas a todas las edades. Sin embargo, lo óptimo es solucionar el problema cuanto antes. Y si hablamos de un niño, mejor.

La Sociedad Española de Ortodoncia recomienda una primera visita al ortodoncista a los 6 años, para un primer control sobre la estructura y la colocación de los dientes del niño. Esto evita tratamientos más complejos en el futuro.


Tres buenas razones para empezar en la infancia


  1. A los 6 años algunas piezas dentales (molares y caninos) temporales son de mayor tamaño que las definitivas. Si fuera necesario, y el ortodoncista interviene a tiempo, puede reservar este espacio adicional para futuros tratamientos. 
  2. La ortodoncia infantil en tiene muchas más posibilidades terapéuticas que en otras edades porque en la infancia se dan una serie de circunstancias muy favorables: los huesos de la cara aún están en crecimiento y un tratamiento de ortodoncia puede ayudar a conseguir unas proporciones faciales armónicas. Una vez pasada la infancia, esto sólo es posible con cirugía ortognática. 
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