6 de marzo de 2014

La mujer y la salud de sus encías


Las encías son probablemente la parte de la cavidad oral más sensible para la salud bucodental de las mujeres. ¿Sabes por qué? A lo largo de la vida,  la mujer sufre continuos cambios en sus niveles hormonales, al entrar en sus distintas etapas de la vida: la pubertad, la menstruación, el embarazo y la menopausia. Estos cambios afectan al modo en que las encías reaccionan ante la placa dental, haciéndolas más sensibles y por tanto más susceptible de dar lugar a la enfermedad de las encías: gingivitis y periodontitis. Por eso es fundamental que en estos momentos la mujer sea  especialmente rigurosa con sus revisiones y las rutinas de cepillado y de uso de la seda dental. 

Pubertad
En esta etapa, se presenta la “gingivitis puberal”, cuya causa está en el aumento de las hormonas sexuales (estrógenos y progesterona), cuya acción sobre la circulación sanguínea en las encías produce una respuesta inflamatoria exagerada a la acción de las bacterias. Es importante extremar la higiene en esta etapa para evitar la proliferación de bacterias en la boca.

Menstruación
En algunas mujeres, el síndrome premenstrual lleva asociado un sangrado e inflamación de las encías, que toman un tono rojo brillante. Esta variante de gingivitis que podríamos llamar menstrual, desaparece justo cuando empieza la menstruación.

Aticonceptivos orales

Las hormonas sintéticas que componen los anticonceptivos orales se asocian a una inflamación de las encías similar a la gingivitis gestacional. Si persiste en el tiempo puede causar daños irreversibles en los tejidos que rodean y soportan los dientes, por lo que es fundamental que las mujeres que toman anticonceptivos orales sigan controles rigurosos de sus encías.

Embarazo
De nuevo, los cambios hormonales. Durante el embarazo, los cambios en los niveles de las hormonas producen alteraciones en los vasos sanguíneos de las encías –como en la pubertad-, a las células del periodonto –tejido que rodea y soporta los dientes-, a las bacterias de la placa y al sistema inmune local. Si la mujer, además, tenía ya enfermedad de las encías previa al embarazo, aumenta la posibilidad de parto prematuro (el riesgo se triplica si la mujer presenta periodontitis) y de que el bebé presente bajo peso.
Y, por la relación entre diabetes y periodontitis, es especialmente importante un control riguroso de la enfermedad en el caso de que la mujer presente diabetes gestacional.
Es muy importante un chequeo del estado de la salud oral de la mujer antes de quedarse embarazada y, si no, en el primer trimestre para evitar todos estos efectos.
 
Menopausia
Contrariamente a otras etapas de la vida de la mujer, en la menopausia, los niveles hormonales se reducen provocando alteraciones que pueden tener consecuencias importantes: el descenso de los niveles de estrógenos, reducen su efecto antiinflamatorio sobre la encía; y el de la progesterona lleva a reducir la densidad ósea, abriendo la puerta a la osteoporosis. Además, en esta etapa también se producen cambios en los tejidos de la boca, en la composición de la saliva y en la flora bucal. Es común, que la mujer en esta etapa presente trastornos del periodonto como la gingivitis atrófica (con un aspecto de las encías pálido), la gingivoestomatitis posmenopáusica (con encías secas, brillantes y de sangrado fácil) y malestar bucal, conocido como el síndrome de la boca ardiente.

 

La clave: la higiene y controles periódicos
Por estos continuos cambios, la clave para mantener una adecuada salud de las encías está en una higiene rigurosa y completa de la boca, con el uso regular de la seda dental, cepillado y colutorio, y controles periódicos por parte de nuestro odontólogo de cabecera.

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