3 de diciembre de 2013

Tu boca es lo que comes...



Tenía pendiente este post desde que compartí en FaceBook a la campaña Alimentos para unos dientes sanos del Departamento de Salud de Maryland, en Estados Unidos. Del dicho “Eres lo que comes” hay verdades y verdades a medias. Una verdad como un templo es que nuestra boca es fiel reflejo de lo que comemos. Todos los elementos presentes en nuestra dieta pueden ayudarnos a preservar nuestros dientes… o ser tremendamente dañinos.



Vayamos a por lo positivo: ¿cómo influye lo que comemos en la salud de nuestra boca y dientes? Los antioxidantes y otros nutrientes que contienen frutas, verduras, legumbres y frutos secos pueden ayudarnos a luchar contra las bacterias y a proteger nuestros dientes y encías.

Alimentos beneficiosos para la salud oral

o       Algunos alimentos nos ayudan a proteger de la caries a nuestros dientes. Este es el caso de los arándanos, deliciosa fruta roja de la que ahora sabemos que interrumpen la adhesión de las bacterias que forman la placa.
o       Leche y otros productos lácteos, ricos en calcio y vitamina D, fortalecen nuestros dientes y reducen el riesgo de pérdida de piezas dentales.
o       Queso, auténtica “bomba” de calcio que se adhiere a los dientes y muelas y los protege del ácido. De esta forma, nos ayuda a prevenir la caries y a reconstruir el esmalte dental. 
o       Vegetales crudos y frutas crujientes, como manzana, zanahoria, y apio. Son eficaces limpiadores de la placa y combaten el mal aliento.

Alimentos que pueden resultar dañinos

  o       Alimentos azucarados: las bacterias que provocan la caries se alimentan de los azúcares presentes en alimentos como refrescos, batidos y zumos envasados.
  o       Refrescos y otras bebidas carbonatadas (con gas), cítricos, el vino y los pepinillos, desgastan el esmalte dental, tiñen los dietes y los vuelven más sensibles.
  o       Café y contienen taninos, unos elementos que desgastan el esmalte y crean una superficie áspera y oscurecen los dientes.
  o       Caramelos y otros dulces que se tienen en la boca largo rato, o son pegajosos como las gominolas,  son altamente dañinos porque retienen el azúcar más tiempo en la boca que otros alimentos.


 

Dos consejos para evitar los efectos negativos:

o       Conviene tomar estos alimentos en el horario de las comidas, porque es un momento al que sigue el cepillado dental. De este modo, reducimos el tiempo de contacto de nuestros dientes con el ácido. 
o       Si no podemos lavarnos los dientes después de la comida, es bueno masticar chicle sin azúcar y que contenga xilitol. De este modo, estimulamos la producción de saliva, que arrastra restos de comida ; y el xilitol impide que aparezcan las bacterias que provocan caries.

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