En nuestra dentadura existen ciertos rasgos que no afectan de manera negativa a nuestra salud, pero que son eliminados a causa del ideal de belleza imperante en la actualidad.
Un buen ejemplo de esto sería lo que ocurre con los diastemas. Este atributo ha sido eliminado de manera sistemática por los ortodoncistas, provocando que las personas que lo tenían perdiesen uno de sus rasgos más característicos.
Personalmente, considero que esos rasgos no tienen por qué suprimirse (siempre y cuando no supongan un problema para la salud). Creo que lo mejor es que doctor y paciente lo consulten y decidan la opción más beneficiosa.
A raíz de una consulta que me hicieron en facebook, pregunté a mis contactos si la belleza y la imperfección estaban reñidas. Obtuve varias respuestas interesantes, entre ellas una que decía: "¿estamos viviendo un cambio en el paradigma de la belleza?, ¿serán las pequeñas imperfecciones las que marquen las nuevas tendencias de la belleza y la moda?"
En la moda, la belleza basada en la imperfección del diastema comenzó ya en los años 60 y 70 con Brigitte Bardot y Lauren Hutton. Ahora ha vuelto gracias a Lara Stone, a la que se le ha unido toda una nueva generación de bellezas como Abbey Lee Kershaw, Lindsey Wixson o Georgia May Jagger que, de no ser por ella, habrían tenido que modificar sus rasgos más característicos para poder trabajar como modelos.
¿Y vosotros qué opináis?
¿Está la belleza reñida con la imperfección?
No hay comentarios:
Publicar un comentario